domingo, 16 de diciembre de 2012

¡Flota!

¡Flota!
Nunca nos ponemos a pensar cómo es posible que un inmenso barco de acero pueda flotar tan bien como una pluma. Este sencillo experimento nos ayuda a entender esto.
¿Qué se necesita?
1 bloque de construcción de madera sólida
1 tapa de plástico de una botella
2 pedazos de papel de aluminio (reforzado si es posible)
Un poco de arcilla o plastilina

¡Alerta a los Papás!
1 par de tenazas
1 bañera o lavador lleno de agua
Tu cuaderno de ciencia

¿Qué hay que hacer?
  1. Sostén en una mano el bloque de madera y la tapa de plástico en la otra. ¿Cuál es más pesada?
    ¿Crees que el bloque de madera va a flotar o va a hundirse? ¿Va a flotar la tapa de plástico o se va a hundir?
  2. Pon ambos en el agua para poner a prueba tus predicciónes. ¿Qué sucede? Pon ambos bajo el agua. ¿Qué sucede ahora? FLOTA
  3. Toma un pedazo de papel de aluminio y apriétalo con las tenazas hasta hacer una bola sólida. Déjalo caer en el agua. ¿Flota o se hunde?
  4. Toma otro pedazo pequeño y haz un botecito. Ponlo en el agua. ¿Flota ahora?
  5. Prueba el mismo experimento con arcilla o plastilina. Haz una bola y déjala caer al agua. ¿Qué sucede?
  6. Haz un bote con arcilla o plastilina y ponlo en el agua. ¿Flota ahora?
Las bolas de barro y de hoja de metal se hunden porque se comprimen en formas pequeñas, solo un poco de agua está tratando de mantener a flote su peso. Cuando tu esparces el barro o la hoja de metal, flotan porque su peso se mantiene a flote sobre mucha más agua.

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